El cine argentino de primer nivel volverá a poner sus ojos y sus cámaras en la Patagonia. El aclamado director Pablo Trapero, una de las figuras más importantes del cine nacional de las últimas décadas, confirmó en una reciente entrevista con un medio especializado que su próximo largometraje se filmará íntegramente en la región. El proyecto, del que aún se conocen pocos detalles, ha sido descrito por el propio Trapero como un “western moderno”, un thriller ambientado en los vastos y solitarios paisajes del sur.
Según adelantó el cineasta, la trama se desarrollará entre la aridez de la estepa neuquina y los imponentes bosques de la cordillera rionegrina, aprovechando el poderoso contraste visual y simbólico de ambos escenarios. “Siempre me ha fascinado la Patagonia, no solo por su belleza sino por su carácter. Es un territorio que impone respeto, un lugar donde la naturaleza define la vida de las personas. Quiero que ese paisaje no sea solo un fondo, sino un personaje central en la película”, explicó Trapero.
El anuncio ha generado una gran expectativa tanto en el ambiente cinematográfico como en las provincias involucradas. La filmación de una producción de esta envergadura representa una importante inyección económica para la región, a través de la contratación de servicios de logística, hotelería, catering y, fundamentalmente, la posibilidad de contratar técnicos y actores locales como extras o en roles secundarios. Se estima que el rodaje comenzará en los primeros meses de 2026.
Trapero, conocido por su estilo realista y su capacidad para retratar con crudeza las complejidades de la sociedad argentina en películas como “El Clan”, “Carancho” o “Leonera”, buscará con este nuevo proyecto explorar las dinámicas de poder, la soledad y la violencia en un entorno aislado y fronterizo. Aunque el elenco principal aún no ha sido confirmado, se rumorea que el director ya está en conversaciones con figuras de primer nivel tanto de Argentina como del extranjero.
La elección de la Patagonia como locación para un western moderno no es casual. La región, con su historia de pioneros, disputas por la tierra y la constante lucha del hombre contra una naturaleza implacable, ofrece el caldo de cultivo perfecto para un género que habla de fronteras, ley y supervivencia. El anuncio de Trapero no solo promete una gran película, sino que también reafirma el potencial de los paisajes patagónicos como un set de filmación de clase mundial, capaz de atraer a los talentos más importantes de la industria.